La RAE dice:

La RAE dice:
Vaivén (De ir y venir).
1. m. Movimiento alternativo de un
cuerpo que después de recorrer una línea vuelve a describirla, caminando en
sentido contrario.
2. m. Variedad
inestable o inconstancia de las cosas en su duración o logro.
3. m. Encuentro o
riesgo que expone a perder lo que se intenta, o malograr lo que se
desea.
4. m. Mar. Cabo delgado, blanco o
alquitranado y de dos o tres cordones, que sirve para entrañar y forrar otros
más gruesos, dar ligadas y hacer ciertos tejidos.
5. m. ant. ariete
(‖ máquina militar).
6. Más todo lo demás (Su sentido poético)

viernes, 25 de noviembre de 2011

El significado de las palabras

Qué sabes de mí, tú que me miras con ojos de búho por debajo de unos párpados cerrados, ámbar cristalino que me suspende en parajes inciertos y me deja ausente y fuera del murmullo. Que sabes de mí, más que algunas leyendas mundanas, variantes inciertas de un pasado que, quedó, cogido con pinzas y ahora está suspendido a la espera de la luz. Me muestro en mis mil caras, chantajes del rostro que discrepan entrecortados en diferentes per.formance. Qué queda por decir, si basta una palabra para que tu ya lo digas todo.  

martes, 22 de noviembre de 2011

Sin título

Si me dieras la mano
quisiera subir al brazo
cuello, cabello
estar entre los muslos

Aún, si me negaras el tacto suave, me seguirían arañando el rostro el anhelo y la melancolía. Los cuales, tendrían ocasión, en la encendida noche, de hacer evaporar largometrajes.
Pero si, realmente, nos con-tuvieramos. Olvidándose la esencia fina y fría que quedó de tí, como cadaver tras de una guerra, junto con todo lo que soy yo misma ahora,
el tiempo se suspendería
frenándose la frenética marcha
olvidaría mis acomodadas costumbres
mataría a la noche, al intelecto, a los sueños...
A fin de cuentas, el personaje moriría
quedándose, solo, una mujer desnuda abrazando a otra.

lunes, 21 de noviembre de 2011

A la musa

(Propiciado por "Ctty and colour")

Dame una pequeña promesa
una sustancia imperecedera que nos salve del olvido
que nos recuerde lo bueno vivido
y lo que, venidero, hemos de vivir
todo lo que es sublime

aspiremos el aliento del futuro
y en un lujurioso sueño
mi imaginación con tu recuerdo
nos encontrará de nuevo
y, somos, dos amantes espíritus
que se recrean en la cegadora luna de un flexo
en sombras, cuerpos, se deshacen las paredes
y en los jardines de asfalto
se derretiran nuestros muslos
en vapor y calidez,
pasaremos el río del olvido
e iremos directas a buen destino
bajo el cielo las nubes
que amenazaban con romper la calma
se disipan blancas

Asi que, dame una pequeña promesa
que no pese en soledad
a la que, no me pueda sentir atada
viento que llegue en forma de canción a tus oidos.



domingo, 20 de noviembre de 2011

Sin título

Cuando el aire se aprisiona en nuestras piernas
y nos quedamos blancos y fríos de dolor
nuestro espíritu evoca el gemido de un tigre
y, a partir de ahí...
A partir de ahí empequeñecemos
atados al mastil de la cama
encadenados con sondas y baberos al cuello
donde no cesamos de sudar dolores
cuando llega ese momento
las sirenas con su canto nos van desprendiendo
lenta e inconscientemente de la vida
porque ya el lamento menos grave es el de la muerte.

Buenas noches

Con pulmones que mecen unas mantas, donde la imaginación y el recuerdo se buscan como dos amantes, nos poblamos de aliento corinto y celeste, creando espíritus verdosos. Ácidos, simientes, que, embriagan nuestro ser. Elucubramos las infinitas posibilidades como si fuesen un manjar exquisito. Y es así como mejor veo, envuelta en la luz de mi mente. La memoria es granizo seco  y el sueño imagina tierras fértiles, jugando, crea nuevos cuerpos que se buscan, para tocarse en el interior de sus acantilados, para lanzarse como avionetas silenciosas rompiendo los límites del sí mismo, alcanzando a las paredes de ámbar y resquebrajándolas. Y será que así es como mejor me desencadeno,  en escenarios de imágenes y dialogos. Con voz cálida y serena hablo con el cosmos.

sábado, 19 de noviembre de 2011

"Lo bello encanta y lo sublime conmueve"

“Lo bello encanta y lo sublime conmueve”
Resumen, con excesos y levedades, de una clase de Historia de la Estética.
    Lo sublime según Kant es lo que nos abruma, nos supera, no es placentero y a la vez oscuro, angustioso. Bello y sublime se parecen en que placen por sí mismos y ambos son un juicio de reflexión pero la belleza es un libre juego de imaginación y entendimiento y lo sublime provoca una relación más profunda, la relación que se da entre la imaginación y la razón. Cuando sentimos una experiencia sublime, según Kant, lo que ocurre es que nuestra imaginación quiere alcanzar el grado de comprensión del objeto estético que provoca esa experiencia y al no llegar lo suficientemente alto, al no poder abarcar todo lo que este hecho supone es, entonces, cuando entra la razón en juego.
      Kant utiliza la naturaleza como punto de ubicación de lo sublime. Para este autor no hay otra experiencia más clara de este hecho que en la naturaleza, cuando nos sentimos desbordados, superados por, por ejemplo, un paisaje de un acantilado que da al mar, a un mar picado y embravecido que amenaza con destruirnos pero a la vez nos extasía. Cuando vemos la monstruosidad del poder natural embelesando nuestros sentidos y superando nuestra intelectualidad como si solo fuésemos un juguete de su fuerza y movimiento, y quizás ni siquiera eso, sino sintiéndonos aún más insignificantes nos dejamos llevar por la experiencia estética  y nuestro interior se queda en Nada, en sordo silencio ante tanta imperiosidad.  
    Kant distingue dos tipos de sublimidad, a saber:
-          Sublime matemático: Cuando algo es absolutamente grande, inabarcable…por lo cual toda cosa empequeñece a su lado. Por ejemplo, la idea de infinito, esa que nos pone en jaque, y cuando la pensamos hay como una especie de barrera que impide que la concibamos en su total significado.
-          Sublime dinámico: Es una fuerza desmesurada, que nos pone en peligro porque lo que verdaderamente se ve amenazado es nuestra voluntad, nuestro deseo. El ejemplo mejor lo encontramos en la naturaleza, según Kant, en una tormenta eléctrica por ejemplo.
   Lo que crea lo sublime es una suspensión de las facultades, la imaginación se enfrenta con sus propias limitaciones. Esa imaginación que es en parte reproducción y en parte creación. Pero  ¿por qué la razón entra aquí en juego? Pues bien Kant la utiliza para llegar al plano de lo noumenico, lo suprasensible, eso es lo que nos produce placer, el tocar con la punta de los dedos alzándonos casi más allá de nuestras posibilidades y llegando a, lo que Kant llama, nuestras ideas de razón. Y lo que nos produce un displacer es que durante esa experiencia hay una discordancia entre sujeto y objeto. Pero lo sublime al final nos libera, como alguien que ha pasado por un trauma o una angustia interior y en un momento dado vuelve a recuperar el equilibrio y superando ese momento de tensión en su espíritu “renace”. Porque, como dice Kant, “lo bello encanta y lo sublime conmueve” y lo sublime produce cierta violencia en notros, pero solo se completa esta experiencia cuando hemos superado ese conflicto.  Cuando nos sentimos liberados. Así en una misma experiencia se juntan placer y dolor para alcanzar una liberación, o en palabras de Kant, un acercamiento al plano suprasensible de nuestro ser.

Un sublime
Me recreo hasta que mi mente y mi espíritu no alcanzan a más, entonces, todo en mí fluye, como los nervios de una catedral gótica, suben hacía la cúpula azul estrellada y se entrelazan en hondas conexiones de frustración y placer.  Y un escalofrío, recorre el cuerpo que, se encuentra, anestesiado y sin fundamento, con un grado leve de angustia, mi mente se despereza y en su sordo silencio llega a sentimientos sin palabras, solo con reacciones del cuerpo, por un arriesgado salto del intelecto me supero  y  veo la cúpula estrellada, las infinitas posibilidades. El mundo queda despiezado por un segundo y el calor como de un astro que, ocultandome entre sus brazos me envuelve. Y soy, en el segundo de un guiño, de nuevo, una niña, que solo siente, no habla, no puede, solo piensa en escalofríos que la ponen en suspense, en peligro, y a la vez la refuerzan y adhieren a un terreno, el cual,  es con el menos se puede tocar el suelo y con al que más he sentido el estar sujeta.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Un destello.

Los silencios tañidos de aquella noche ahora me hacen poblarme de palabras
porque con el ritmo combustible de la música
“Nos mojamos los labios con las gotas tersas y blancas de la vida”
Y ahora, con el riesgo, de hacer trivial e inexacto lo más humano me atrevo, y escribo:

    Se vieron, dos gacelas de andares rápidos y acompasados con esos ojos que parecen que no paran de preguntarle a las cosas mismas por su esencia. Y, quizás, en ese intervalo de pasear justo, apagaron por un instante, el interrogante que siempre acecha a todo espacio y tiempo, y, pasaron del limbo de la pregunta a “mojarse los labios con las gotas tersas y blancas de la vida” y lo hicieron, con el ritmo combustible de la música, poblando sus balcones, que, abiertos de par en par se alargaron en sus brazos hasta las stelae, porque en eso se convirtieron. Planeando ave, sobrevolando las luciérnagas colgadas con un impulso que mezclaba la felicidad y la adrenalina. Y sus figuras de ternura se contuvieron en la intensa levedad, sus cuerpos vistos desde fuera no serían de nadie más que de cada una y, por supuesto, del sublime tañido. Y su risa sonaba al fin y al cabo tan idéntica porque, quizás, estaban escondiendo, una pequeña burla a la perfecta casualidad, por si acaso, no fuera cierta.

martes, 1 de noviembre de 2011

Cuando suena la música o lo sublime.

La vibración en mi pecho se vuelve combustible y una linea de sonido apaga con un vertigo placentero el zumbido de avispas del antes y del después del sublime tañído. Engendradas en mis muslos, pequeñas alas. Para no volverme eterea hago el aire algo palpable, para ahondar la respirancion: Calada.
Nada, nada no hay nada solo flechas de color cuando cierro los párpados, puntos que resplandecen en una vehemente madrugada.
Y juego a medir el tiempo, a adelantarme al justo momento en que un golpe vuelve a dejar penetrar el oleaje en mi cuerpo, donde los pilares son livianos movimientos.

Y Llegó, llegó...y me imagino:

    Dunas de sal y alquitrán por donde ruedo como una niña, una gacela amarilla y pájaros que se hunden en el suelo, cayendo en picado desde lo más alto...

   Nada, nada no hay nada, solo flechas de luz cuando cierro los párpados.

     Puentes de telas de araña cruzan y descruzan el río donde las libelulas crean circunferencias con sus minúsculas patas, posándose en el agua...

 Y se calienta la frialdad y fineza del cosmos con la NADA, habitacón en blanco donde antes de engendrarse el tiempo ella ya nos poblaba. Y vuelvo a la cabidad profunda del seno materno, donde, NADA es lo que tengo, bajo unos párpados cerrados en los que penetran destellos.