La RAE dice:

La RAE dice:
Vaivén (De ir y venir).
1. m. Movimiento alternativo de un
cuerpo que después de recorrer una línea vuelve a describirla, caminando en
sentido contrario.
2. m. Variedad
inestable o inconstancia de las cosas en su duración o logro.
3. m. Encuentro o
riesgo que expone a perder lo que se intenta, o malograr lo que se
desea.
4. m. Mar. Cabo delgado, blanco o
alquitranado y de dos o tres cordones, que sirve para entrañar y forrar otros
más gruesos, dar ligadas y hacer ciertos tejidos.
5. m. ant. ariete
(‖ máquina militar).
6. Más todo lo demás (Su sentido poético)

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Explica en qué consiste la teoría de la responsabilidad corporativa. Y contrasta entre sí las dos concepciones.


(Otra de las preguntas, que el profesor de la asignatura de Ética II, del Grado de Filosofía, nos ha mandado para elaborar de cara al examen.)


3. (i) ¿Qué ventajas obtienen las corporaciones multinacionales si en la teoría de la responsabilidad social corporativa la corporación es entendida como un ente colectivo?


Dos concepciones predominan en el estudio de la responsabilidad corporativa:

- Entender a las corporaciones como un ente, que, como tal, es responsable de sus actos ante la ley.

- La corporación no tiene capacidad de ser motor de sus propios actos, por lo tanto la responsabilidad no puede recaer sobre la corporación, sino en los individuos concretos que la componen.

Para explicar esto mejor, el inicio de estas dos posibles conclusiones es lo que ocurrió en el que, desde entonces se conoce como "el año feliz de las corporaciones". 1886 supone una fecha de referencia para entender el poder de las corporaciones. Una declaración del juez presidente Morrison R. White considera a las corporaciones como “personas” amparadas por la Decimocuarta Enmienda, destinada a garantizar el derecho a la vida, la libertad y la propiedad, de manera igualitaria a todas las personas, ya sean blancas o negras, y pensada para la protección de los recién liberados esclavos afroamericanos. Como persona, las corporaciones han adquirido ciertos derechos, “puede comprar y vender propiedades, puede pedir créditos, puede poner demandas y ser demandada y puede realizar actividad comercial”. Se han esforzado por aumentar sus características antropomórficas, dotándolas además de personalidad, personalidad que han tratado de adornar y extender por la opinión pública: “joven, con energía” (Nike), “agresivo” (Microsoft), “joven, sociable, entusiasta” (McDonalds), “vestido impecable” (Monsanto), pero que, más bien, se podría comparar a la de un psicópata, así es como se nos presentan a la corporación, al analizarla como lo que legalmente es, una persona física, en el documental  “The Corporation”. Lo cierto es que por considerarse a una empresa como una persona física, además de derechos, se tendría que hablar de responsabilidades y ahí cierto conflicto, pues cuando se habla de responsabilidad moral se suele distinguir entre:

1.    Actus Reus: la responsabilidad recae sobre el ejecutante de los actos. Un requisito sería, pues, el de poder actuar en el mundo.

2.    Mens Rea: la deliberación de un acto, es decir, que este haya sido premeditado bajo procesos cognitivos como el de concebir o proyectar. Atiende a la diferencia entre actos voluntarios o involuntarios.

Por tanto tenemos dos vertientes, aquella que entiende que todo acto ya sea deliberado o no tiene responsabilidades y aquella que dice que para tener responsabilidad moral hace falta deliberación, procesos congnitivos etc… A priori, es difícil imaginar que una corporación tenga deliberación propia y quizás para solucionar estos interrogantes sobre los procesos cognitivos tendríamos que conocer mejor la filosofía de la mente. Pero, quizás, para ver mejor el asunto debamos tener en cuenta que las corporaciones tienen una forma de deliberación propia, una carta llamada EDIC, estructura de decisión interna corporativa, que rige lo que la corporación puede o no hacer, lo que persigue etc. Y esta carta debe ser asumida por sus empleados como si de una personalidad se tratase. Por ahora parece que la única responsabilidad que tiene la corporación es con sus accionistas…Y su responsabilidad es la de conseguirles beneficios. Por otra parte, una cosa más sobre las consecuencias de que una corporación sea una persona jurídica; Para algunas empresas hay mecanismo de control según el mercado de cada país pero para corporaciones que tienen esta particular forma de entenderse la cosa cambia, hay un trato distinto y beneficioso.

 Según lo veo yo, si consideramos que una corporación tiene responsabilidad moral la estamos dotando aun más del antropomorfismo del que ya poseen gracias al logo. Entonces debemos pensar que quien disfruta de esos privilegios son las personas, quien disfruta del beneficio y quien especula con él no es una corporación sino los individuos que trabajan en ella. Y pienso que si se entiende la corporación como un ente colectivo, habrá gente que solo tenga que cambiar el nombre de la corporación para seguir disfrutando y especulando como lo está haciendo. Para hablar claro, estaríamos hablando de poner rostro a individuos físicos de facto y no ha corporaciones catalogadas por la ley como individuos. Porque es cuanto menos, curioso, que un hombre y una corporación puedan ante la ley, tener los mismos derechos y deberes.

No es de extrañar que en 1997 el señor Michael Eisner, presidente ejecutivo de Disney, se sorprendiese ante la indignación de sus accionistas. Le pedían responsabilidad, entre otras cosas, por pagar salarios de hambre a sus obreros. “¿Acaso no había cumplido las normas, haciendo más ricos a los accionistas y a sí mismo? ¿No habían crecido los beneficios en un saludable 16 % respecto al año anterior?” Hechos como este han llevado a las corporaciones a establecer un nuevo puesto ejecutivo, el de responsabilidad corporativa, encargado de atender manifestaciones, críticas en internet, y cartas con quejas. Hechos como este parecen mostrar que las normas están empezando a cambiar.