La RAE dice:

La RAE dice:
Vaivén (De ir y venir).
1. m. Movimiento alternativo de un
cuerpo que después de recorrer una línea vuelve a describirla, caminando en
sentido contrario.
2. m. Variedad
inestable o inconstancia de las cosas en su duración o logro.
3. m. Encuentro o
riesgo que expone a perder lo que se intenta, o malograr lo que se
desea.
4. m. Mar. Cabo delgado, blanco o
alquitranado y de dos o tres cordones, que sirve para entrañar y forrar otros
más gruesos, dar ligadas y hacer ciertos tejidos.
5. m. ant. ariete
(‖ máquina militar).
6. Más todo lo demás (Su sentido poético)

lunes, 29 de agosto de 2011

Y mamá dijo que no pero la bomba cayó

     El monologo interno prevalece en nuestras cabezas como ola maremótica y, de repente, un silencio vespertino. Símbolo inequívoco de que llega la hora de la explosión. Vendavales de ciudades desiertas, monstros con rostros de aguijón de avispa, cuyas cabezas se pierden entre amenazantes nubes de la flor de la Acacia. Solo hay un niño pequeño, moreno del sol y con un bañador verde. El dice:
-          ¡Mamá, mamá! A mí me sometieron a la vacuna ya. ¡Mamá, mamá! A mi me quitaron la antena. Ya no veo imágenes de ciervos alados con cornamentas incendiadas ya solo veo desiertos de ciudades, ya no veo champiñones volando como globos aerostáticos solo veo amenazadoras nubes del color de la flor de la Acacia. Ya no soy un hormigueante movimiento de venas bajo la piel. Solo tengo sed, una sed de un millón de años en el baile de los cuerpos ardiendo, títeres cuyos hilos se elevan hasta el sol.
           Y después, si llego a casa, tendré el pitido incesante del televisor apagado. !Mamá! Por qué me has castigado, te has escondido en tu útero y me has dejado aquí para que los decadentes me absorban el seso, me has dejado aquí para que le cuente milongas a los inocentes. Mi atalaya, cúspide rocosa de una desmembrada muralla, colisiona con las nubes de la flor de la acacia, los restos caerán con espasmos sibilinos sobre una lona de arena caliente. La armadura flexible de mercurio líquido ya no se calienta por el olor a fresas maduras, ya es solo una sumisa crucifixión. -
    Y solo sale de ti una nota, un cavernoso, cansino y religioso “ ¡DOOOOO! ” con tu gesto de susto y tus ojos en sorpresa se que lo que he hecho no está bien.

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