Es difícil ser tú, es difícil coagularte por una palabra, que esconde un recuerdo de un pensamiento negro. Y volar desde ese hecho hacia la luz es un salto que, a veces, cuesta de presentar ante las sombras interiores de tu cuerpo.
Es difícil ser tú y hablar, sabiendo el peso que las palabras tendrán sobre tu frágil eco. La constancia de arremeter sobre los hechos y el batir las alas para mover el viento que saldrá de tu boca, formando burbujas de significado dentro de las miradas de otros mundos, algunos iracundos y otros serenos.
Si te has hecho a ver demasiadas cosas, submundos de indicios fugaces y miradas veladas interpretadas, al antojo de los sentimientos que arremeten contra las rocas de tu constancia. Entonces, hay tantas ideas sobrevolando la realidad que, dentro de esa jaula, no sabes a que pájaro debes hacer caso, que pájaro debes atrapar y dejar volar.
A esos locos-cuerdos, como tú, solo os queda escribir extensas reflexiones sobre enredaderas pobladoras de esos cosmos de significado impreciso que componen la vida, esos productos del ego/ecos canalizados.
Y si me preguntas: ¿cómo es que lo supe? Te diré que, los tienes porque se reflejan en tu rostro y en tus ojos, amplios destellos y sombras, que pueblan tu intenso mundo de ciudades y azequias, de vendabales y pacíficas playas.
Y si me preguntas: ¿cómo es que lo supe? Te diré que, los tienes porque se reflejan en tu rostro y en tus ojos, amplios destellos y sombras, que pueblan tu intenso mundo de ciudades y azequias, de vendabales y pacíficas playas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario